Los argentinos también vivieron el Gashuko del 22 y 23 de Agosto que se realizó en el templo Nikkioji en San Pablo. Fueron días centrados en el combate y los detalles necesarios para vencer tanto técnica como espiritualmente.
Para todos los que viajaron fue una experiencia excepcional y de fortalecimiento. Pero no quedará solo en ellos - que nos representaron con emoción y dedicación- seguramente todo lo que pudieron aprender va ayudar a nuestro grupo a seguir creciendo porque en Niten la forma de enseñanaza permite un efecto multiplicador: cuando mejora un alumno ayuda a cercer a los demás.
Esperemos que cada vez más alumnos puedan participar de estos viajes de entrenamiento y logren convivir con Sensei. Seguramente al regresar veremos que ya no son más los mismos.